Edificio Torres Blancas (fondo neutro) | El Diseñosaurio

Edificio Torres Blancas (fondo neutro)

45.00 - 85.00

Ilustración arquitectónica del edificio Torres Blancas.

Proyectado en 1961 por Francisco Javier Sáenz de Oiza, las obras comenzaron en 1964 y finalizaron en 1969. Fue su primer edificio reconocido internacionalmente.

En este experimento habitacional propiciado por el constructor Juan Huarte, el arquitecto quiso fusionar el racionalismo de Le Corbusier (que defendía la construcción de viviendas autónomas en altura con azotea comunitaria ajardinada) con la propuesta organicista de Frank Lloyd Wright (también basada en la verticalidad, pero formalmente más compleja y con referencias a la naturaleza).

Oiza reinterpretó estas dos tendencias aparentemente contradictorias y concibió el proyecto de Torres Blancas como un edificio que crece de manera orgánica (atravesado verticalmente por escaleras, ascensores, montaplatos y demás instalaciones, como si fueran venas o vasos leñosos que unen las viviendas con el suelo), y que se expande en su parte superior, como un árbol.

Conserva el nombre de “Torres Blancas” pese a que, aunque el proyecto se concibió como un conjunto de dos edificios de color blanco (que se pretendía conseguir añadiendo polvo de mármol blanco al hormigón), finalmente sólo se construyó una de las torres y el hormigón se mantuvo con su color original por falta de presupuesto.

Su aspecto claramente brutalista viene determinado por la utilización de muros portantes de hormigón armado que recorren verticalmente todas sus fachadas, en sustitución de la solución estructural típica del movimiento moderno, a base de vigas y pilares.

Consta de 21 plantas, más 1 nivel intermedio y 2 plantas adicionales superiores, formadas por 12 “discos” de 10 m. de diámetro que albergaban algunos espacios comunes, como un restaurante (actualmente oficinas), una sala de conferencias, exposiciones y zona comercial, y sobre los que apoya la cubierta, con una piscina que serpentea entre las chimeneas de la azotea.

El único elemento que finalmente se revistió de mármol blanco fue la escalera central, alrededor de la cual se disponen 4 viviendas por planta, de 3 tipologías diferentes (apartamentos, pisos, y dúplex). En cada una de ellas, a su vez, las estancias se van distribuyendo a modo de racimo.

La plasticidad propia del hormigón permitió a Oiza la realización de remates curvos en esquinas y rincones, lo cual no supuso un problema de aprovechamiento del espacio interior por contar con más edificabilidad de la habitual, que dejaba algo de tolerancia con los espacios residuales.

Las terrazas de forma circular se disponen perimetralmente alrededor de todas las plantas, no se tocan entre sí y permiten el paso de luz, convirtiéndose en uno de los elementos más reconocibles desde el exterior.

Aunque actualmente casi todos han sido sustituidos o modificados, originalmente los ventanales no contaban con persianas, de manera que la luz entraba sin obstáculos en las viviendas y regía los horarios de los inquilinos.

En lugar de las persianas, el uso de contraventanas exteriores de lamas de madera en balcones y terrazas contrasta con la crudeza del hormigón.

El edificio Torres Blancas fue el ganador de la primera edición del Premio del COAM en 1972 y dos años después ganó el Premio a la Excelencia Europea. Se considera el mejor ejemplo de la corriente organicista española de la época y se ha convertido en un hito en el horizonte madrileño. Oiza residió en Torres Blancas hasta su fallecimiento en el año 2000.

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Edición limitada a 100 unidades, numerada, firmada y con certificado de autenticidad.
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Dimensiones: 3 tamaños a elegir.
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Materiales: Impresión digital sobre papel estucado mate de 250 gr. (láminas) o impresión digital sobre papel fotográfico semi-mate 200 gr. (pósters)
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[Se suministra sin enmarcar, pero en medidas estandarizadas para los marcos más frecuentes]